La ciudad de Montreux es uno de los centros turísticos más famosos de Suiza. Está ubicado a orillas del Lago Ginebra (también llamado Lemán), y los imponentes Alpes hacen de él un sitio paradisíaco.
Desde hace muchos años la ciudad es elegida por ricos y famosos de todo el mundo que van en busca de su belleza, su tranquilidad y su estilo. Algunos de ellos sólo han estado en Montreux en calidad de visitantes, pero muchos otros como residentes. La lista de nombres es larga, y para mencionar algunos encontramos a Charlie Chaplin, Oscar Kokoshka, Igor Stravinsky, Vladimir Nabokov, Barbara Endricks y, cómo no, Freddie Mercury.
Pero, por qué Montreux está tan relacionada a Queen? Para comprender este lazo tan especial entre el grupo -fundamentalmente Freddie- y la ciudad suiza, hay que remontarse a 1978. En aquél entonces, el grupo se aprestaba a grabar lo que sería su séptimo disco, ‘Jazz’, y por primera vez salieron de Gran Bretaña para hacerlo. Su destino fue Montreux, y allí descubrieron el Mountain Studios, situado a orillas del lago. Sin saberlo, ese sería el comienzo de un romance muy especial entre Freddie Mercury y la ciudad, que duraría hasta su muerte.
Hay que reconocer que al principio, Freddie veía a Montreux como una ciudad un tanto aburrida, pero con el tiempo aprendería a amarla a tal punto que fue su lugar elegido para pasar sus últimos meses de vida.
Cuando se enteró de que padecía de la bestial enfermedad, su estilo de vida cambió rotundamente y fue entonces cuando Montreux pasó a un plano sumamente importante para él. Freddie decidió comprarse un departamento en Territet (una localidad ‘chic’ de Montreux), y fiel a su estilo, lo decoró muy extravagantemente sabiendo sin embargo que no iba a poder disfrutarlo demasiado.
Freddie encontro en Montreux -aquella ciudad que una vez había calificado como ‘aburrida’- todo lo que estaba buscando y necesitando: paz y tranquilidad para sus últimos dias. Mientras pasaba horas contemplando el lago por su ventana, encontró también la inspiración para escribir sus últimas dos canciones, A winter’s tale y Mother love, cuyas letras reflejan como ninguna su estado de ánimo y su entereza para afrontar lo irremediable.
La ciudad de convirtió en su segundo hogar, y los demás integrantes de la banda se desplazaban hasta allí para acompañar a Freddie y grabar los últimos discos de Queen en el Mountain Studios.
La muestra más elocuente del lugar que ocupaba Montreux para la banda británica, es la portada del último disco, Made in Heaven: la imagen no es otra que la del bellísimo Lago Lemán, tomada en Montreux. Y la silueta de Freddie.
LA ESTATUA DE BRONCE
La estatua de bronce de Freddie Mercury fue inaugurada en 1996. Está ubicada en la llamada Place du Marché (Plaza del Mercado), a sólo metros del lago, de frente a él, y es la réplica de la famosa pose de Freddie durante el concierto ofrecido por Queen en el Wembley Stadium en 1986, durante el Magic Tour.
La obra fue esculpida por la reconocida artista checa Irena Sedlecka, quien en la actualidad vive en Londres siendo miembro de la Sociedad Real de Escultores Británicos de Retratos.
Sedlecka comenzó a trabajar en la estatua un año antes de su inauguración, es decir, en noviembre de 1995, siendo la obra financiada por la familia del cantante y The Mercury Phoenix Trust, sociedad benéfica fundada por el propio Freddie.
En la tarde del 25 de noviembre de 1996, bajo una copiosa lluvia, familiares de Freddie Mercury (sus padres Jer y Bomi, y su hermana Kashmira), además de Brian May, Roger Taylor, y demás familiares, amigos, y famosos, fue inaugurada la estatua de bronce de más de dos metros de altura.
La encargada de la ceremonia fue la cantante de ópera española Montserrat Caballé, gran amiga de Freddie y con quien había grabado la inolvidable canción ‘Barcelona’. También asistieron al acto el patrón del Jazz Festival de Montreux, Claude Nobs, y el coreógrafo Maurice Béjart.
En el pedestal de la obra de Sedlecka, fue colocada una placa que reza: « Freddie Mercury - 1946-1991 - Lover Of Life / Singer Of Songs ».
Cada año, la imponente estatua de bronce es visitada por miles de fans de Queen provenientes de todo el mundo, que dejan al pie de la obra, una rosa como testimonio de su admiración y agradecimiento hacia uno de los más grandes artistas de todos los tiempos.
